Durante la tarde de este viernes, entrevistamos a los funcionarios de la barrera sanitaria de Quilimarí, quienes llevan casi 4 meses de funcionamiento, en una distendida conversación nos compartieron algunas reflexiones del trabajo realizado hasta la fecha.
¿Cómo se ha comportado la gente del valle con los desplazamientos durante estos casi 4 meses que llevan de labor en la primera línea?
La verdad es que al comienzo el flujo de personas era muy alto, sobretodo de gente joven del valle que desde que empezó la barrera hasta ahora, no dejan de circular para todos lados, son ellos quienes han traído el virus por salir tanto para otras ciudades.
Al comienzo hubo gente muy prepotente que se molestaba con los controles, incluso algunos botando los conos que ponemos para el control o tirando los autos encima, pero al día de hoy eso ya no pasa, incluso mucha gente nos regalonea trayéndonos algún engañito como un quequito o un berlín.
¿ Les ha tocado alguna persona con fiebre en el control?
Un par de veces ha llegado alguien con la temperatura arriba de 38 grados, en ese caso activamos el protocolo respectivo, generalmente el inspector municipal que nos acompaña en el turno, escolta al vehículo hasta el hospital para que se les haga el procedimiento.
¿El clima en este invierno ha sido muy duro con ustedes al estar trabajando en el camino?
Si, este invierno ha estado bien frío y con las lluvias se nos inundó la carpa, pero fuera de eso lo hemos llevado super bien.
Si ustedes tuvieran la facultad de cambiar algo. ¿Qué sería?
Primero que la barrera del peaje tuviera un mejor filtro cuando pase gente que no es local, nosotros como somos testigos de quien entra y quien no, podemos comprobar que la prostitución en el valle sigue funcionando y eso es muy peligroso, deben ser más estrictos con quien dejan pasar. Cuando a los locales del valle les toca cruzar el peaje de Pichidangui a veces se hace muy complicado porque piden muchos papeles y el trato a veces no es bueno.
También que si pudiésemos tener un Carabinero o un militar en la barrera, pero sabemos que eso a veces es difícil, al menos contamos con el inspector municipal que tiene facultad de poder hacer parar los vehículos.
Agradecemos la colaboración y buena voluntad del turno de la barrera sanitaria que día a día trabaja por tratar de contener la propagación del virus en el Valle de Quilimarí, en especial a Benjamín Rojo (tens), Krishna Villalobos (tens), Ximena Olmos (planillera) y Mauricio Díaz (inspector municipal).
Además le mandamos un afectuoso saludo al otro turno compuesto Cecilia Correa (tens), Franchesca Morales (tens), Marisol Araya (planillera) y Patricia Vera (planillera).